Miro bajo el agua,
con los ojos de un niño
busco peces, busco almas.
Los colores me turban
y mis sentidos se abren.
La curiosidad me guía
mientras mis ojos
descubren ante mí
este maravilloso mundo,
donde payasos, artistas
e intrépidos hombres y mujeres
desarrollan incomparables piruetas.
Busco risas para reírme.
Busco magia para emocionarme,
abrazos para sentirme,
miradas para encontrarme.
Miro con los ojos de un niño,
miro bajo el agua
buscando peces, buscando almas.
A veces está oscuro,
entonces no veo nada.
Acurrucado abrazo mi cuerpo
y mi calor me calma.
Cuando no hay voces fuera
escucho el susurro del Alma,
ella me canta alegrías venideras,
días de esperanza.
Miro bajo el agua
buscando peces, buscando almas.
En las almas encuentras a los niños
y, en los niños, esa “mirada”
que mirando el cielo,
transforma las nubes
en cuerpos y caras.
Esa magia está ahí
y va con nosotros.
No la busques
en hombres y mujeres
que caminan sin esperanza.
Búscala en los niños
que miran bajo el agua.
Ellos buscan peces
y encuentran Almas.