Os comparto mi más preciado tesoro,
mi tiempo, para vosotros .
Al Camino, siempre se le ha dado mucha importancia.
El camino de la vida, el camino espiritual,
el camino al éxito, el camino hacia el orden,
el camino en busca del valor,
el camino del reconocimiento,
el camino hacia la paz,
el camino a la salud, al gozo,
a ser más amoroso, equilibrado,
mejor padre, mejor madre,…
Todo, al final,
se convierte en un camino.
Pero el camino siempre
nos lleva de un lugar a otro,
cambia el paisaje,
cambian las necesidades,
cambian los deseos,
cambian las prioridades.
Buscamos lo diferente
para salirnos de la rutina y lo conocido,
para volver a comenzar,
siempre en la esperanza,
de que ese camino que comienza,
sea el más correcto
y nos acerque a la ansiada felicidad.
Pero el camino solo
te puede llevar de un lugar a otro.
El camino nunca puede hacerte feliz
porque el camino te lleva,
pero el Corazón, va contigo.
Y si tú, caminante que caminas los caminos,
no encuentras la luz en ti,
todos los caminos serán oscuros.
Hay que olvidarse del camino
y renacer en el Caminante.
No hay que olvidar que todo
cambia constantemente,
cambian los tiempos,
cambian las modas,
cambia la edad
y también el cuerpo….
Cambia el camino,
pero Tú que caminas siempre,
estás ahí para Ser
una luz en este mundo.
Cristóbal Moya García.