Huellas de mago
Relación. 1
Nos enamoramos del otro, de su forma, sus ideas, su forma de caminar, sus ojos o su nariz.
Compartimos ideas, conceptos, proyectos, hijos etc
Y buscamos tener una buena relación, mediante acuerdos, siendo amables, generosos, animosos, positivos, obviando lo que nos hace daño, acomodándonos…
O bien expresando como nos sentimos, pidiendo valoración, escucha, atención, respeto o tantas cosas.
A eso llamamos relación, pero todo eso viene a ser el germen del descuido, las discusiones, la distancia y la ruptura.
Todos lo hemos intentado. Estamos pendientes del otro para contentarlo y que a su vez nos contenten, pero esto tiene un tiempo y pronto llegan las diferencias irreconciliables, las temidas discusiones, las heridas, el distanciamiento u las rupturas.
Aunque todos, intentamos en mil formas con menor o mayor éxito, tener una buena convivencia, claro está que no es fácil y a la luz del día esta la gran cantidad de decepciones y separaciones.
Todo es energía, cada uno de nosotros viene a ser un conglomerado energético, con sus cosas, con sus más y sus menos. Y siempre en un proceso de cambio constante.
Yo no seré igual mañana y tú tampoco, ¿cómo mantener el vínculo?
En realidad los que se estan relacionando constantemente son nuestras energías, nuestros campos vibratorios.
Y aunque queramos llevarlo al mental e intentar controlar la relación.
Siempre son el encuentro de nuestros cuerpos de energía con la subsiguiente activación de las sensaciones del cuerpo físico, de nuestro cuerpo mental con sus imaginaciones y pensamientos y de los movimientos emocionales, quienes configuran y definen la salud de nuestras relaciones.
Así que, si nuestras energías no casan, si nuestra conciencia no es similar.
A la larga los encontronazos energéticos nos llevarán a una relación sin sentido, forzada y dolorosa.
Y entonces, el cuerpo lindo del otro, sus ideas, su forma de caminar, sus ojos o su nariz.
Las ideas, conceptos, proyectos, hijos o lo que sea… no tendrán la fuerza necesaria para mantenernos unidos.
Pues una relación con esfuerzo es imposible mantener.
El esfuerzo cansa, agota, frustra y acaba por decaer y morir.
Extracto del libro HUELLAS DE MAGO